Compartir tiempo de calidad con tu conejo o cobaya no solo refuerza vuestro vínculo, sino que permite conocer sus hábitos y comportamientos. Pasar horas con ellos incrementa nuestra experiencia con sus necesidades, lo que permite detectar comportamientos anómalos. Cualquier síntoma, por pequeño que sea, puede convertirse en una urgencia en menos de 24 horas, por lo que actuar con celeridad es muy importante.

Los conejos y cobayas son animales presa, una característica que les incita a ocultar con maestría cualquier malestar. Ningún animal está libre de sufrir alguna enfermedad a lo largo de su vida; incluso los más sanos pueden requerir, en algún momento, de cuidados especiales. Conocer su lenguaje corporal te facultará a actuar rápidamente ante los primeros síntomas; familiarízate con el sonido de sus latidos y su respiración, así como con su actividad intestinal, entre otros.

Por todo ello, te recomendamos contar con un plan de emergencia. Actuar ante un imprevisto de estas características no siempre es sencillo cuando nos une un vínculo emocional fuerte, por lo que te damos algunas pautas para ayudarte a proceder en una situación que sale de nuestro control.

Plan de emergencia

No dejes nada a la improvisación, ya que todos los minutos cuentan y son vitales.

• Ten su cartilla a mano.
• Guarda toda la documentación relevante en una carpeta, en un lugar fácilmente accesible. Opta por sistemas de almacenamiento que te permitan consultar cualquier información sobre las pasadas visitas veterinarias de forma rápida y directa.
• Localiza los centros de urgencias veterinarias antes de necesitarlos. Haz una lista con los veterinarios de exóticos de tu zona. Anota la dirección del lugar y teléfono/s, nombres de los profesionales, servicios que ofrecen, si tienen urgencias y sus horarios…
• Ten siempre un plan alternativo para llegar a tu centro veterinario. Cualquier atasco o incidencia en el traslado puede hacerte perder un tiempo valioso para su recuperación.
• Deja listo siempre un maletín de primeros auxilios, tanto para su uso en domicilio como para el traslado.

Señales de alarma

Detectar comportamientos anómalos en un animal que oculta sus síntomas no siempre es sencillo, precisamente por ser presas en la naturaleza. No obstante, mencionamos a continuación algunos de los más frecuentes:

1. Inapetencia. La pérdida repentina de apetito puede suponer un grave riesgo para la salud. El aparato digestivo de conejos y cobayas es extremadamente complejo, siendo una de las primeras partes del cuerpo que padece los síntomas del estrés, por ejemplo. Si no comen nada en un periodo de doce horas o lo hacen de forma irregular durante veinticuatro horas, no dudes en llevarlo a tu veterinario de exóticos. Obligarles a comer puede resultar complicado, pero es imprescindible para que la situación no desencadene en una complicación gastrointestinal o, incluso, la muerte.

Algunas de las afecciones más frecuentes en el sistema digestivo son los gases, las paradas, las obstrucciones…

Facilítale la ingestión de alimentos. Si es reacio a comer por sí mismo, trata de ofrecerle su comida directamente de la mano. Será, además, más sencillo, si ponemos a su disposición productos de su agrado. No le des, bajo ningún concepto, ningún alimento que no haya ingerido con anterioridad, ya que desconocemos cómo lo tolera. Si a pesar de esto, continúa sin comer, ofrécele papilla en una jeringuilla.

El agua permite mantener en funcionamiento su digestivo; vigila que beba con normalidad. Para aumentar su ingesta, puedes remojar su comida, añadir gotas de saborizante en el agua, etc.

2. Dolor. Aunque es complicado detectar cuando están experimentando algún dolor, sí hay algunos comportamientos que pueden ponerte en alerta. Entre los más habituales, encontramos los temblores musculares, la inapetencia, la tensión corporal, la respiración agitada, la irritabilidad o agresividad, el acicalamiento excesivo o la inmovilidad o permanencia en una esquina del espacio habilitado.

3. Uso anómalo de la bandeja higiénica. Si tu conejo está entrenado en la utilización de la bandeja y detectas que no pasa por ella o, incluso, que se sienta en esta por largos periodos de tiempo o salta dentro y fuera de forma constante y repetida, puede estar sufriendo algún problema urinario o de tránsito intestinal. Otros síntomas relacionados son las alteraciones en el color de la orina (cuando no estén asociadas con un cambio en la alimentación), la variación en su cantidad o la dermatitis en sus patas.

Precisamente, esta última requiere de un aumento de la limpieza, tanto del animal como de su recinto. La orina y las heces puede provocar enredos en el pelo en su evacuación. El pelo afectado puede atraer moscas y crear o aumentar las infecciones en la zona, siendo especialmente dolorosas.

4. Cambios físicos. Convulsiones, encías de color gris o blanco, cabeza ladeada o pérdida de equilibrio, estornudos u ojos con gran cantidad de lágrimas, parálisis total o parcial, fiebre o hipotermia, respiración incrementada, poco profunda o muy forzada… son otras señales que no debes pasar por alto.

Kit de emergencia

Una rápida actuación puede ser vital en la recuperación de cualquier animal. Prepara una bolsa o una caja con utensilios y productos que pueden ayudarte a la hora de tratar las molestias de tu compañero, un apoyo antes de su visita urgente al veterinario de exóticos. Puedes incluir:

• Jeringuillas.
• Probióticos y multivitamínicos.
• Su alimento favorito y papillas.
• Tijeras y pinzas.
• Gasas y bastoncillos de algodón para pequeñas curas.
• Termómetro (solo si sabemos cómo utilizarlo; consulta con tu veterinario).
• Alcohol para desinfectar productos, como el termómetro tras su uso.
• Desinfectante de heridas pequeñas, como betadine o clorhexidina.
• Almohadillas térmicas (contra calor y frío, respectivamente), para regular su temperatura.
• Productos que combaten la ansiedad y el estrés, como el difusor de feromonas SecureBunny.

La prevención es la mejor medicina. Ofrece siempre una dieta equilibrada y acorde a cada animal, según su peso y edad.